Os presento a mi abuela, Catalina.

*Aunque ustedes no se vayan a dar ni cuenta, yo me veo venir lagrimón con este post. Lo veo, veo…

Recuerdo que para cuando el colegio acababa, el calor en nuestra casa ya era insoportable. Así que me bajaba a la de mi abuela. En los últimos escalones ya notabas la brisa fresca como un salvavidas. Yo me sentaba en el suelo, que estaba helado, a mirar telenovelas que no entendía hasta que me quedaba dormida. El caso es que la imagen que tengo asociada a un mes de junio y a esa brisilla deliciosa es la de mi abuela sentada en su sillón, con las piernas en alto y un pañito encima donde ponía los hilos que iban trepando hasta sus agujas y con su tintineo incesante se iban convirtiendo en manteles, rebecas, colchas de verano y, por supuesto, adornos para el ajuar de su nieta. Mi abuela ha hecho ganchillo, por lo menos, por lo menos, desde que yo la conocí 🙂

Pero la vista le falló, aunque le quedasen las ganas, y hubo un día en que guardó los hilos y sus trapitos en el baúl gigante que hay a la entrada de su casa. No sé exactamente cuándo porque para entonces seguro que en mi casa ya teníamos aire acondicionado y yo una edad en la que el ganchillo ya no me interesaba nada.

Y años después de que se le fuera la vista, se le fue la cabeza. Y ya no importaba el calor, ni el frío, todos nos bajamos a vivir a su casa.

 –    –    –    –    –    –

Hace no mucho le contaba a mi madre la locura de llevarle canastos de paja y que ella me los bordara. Como ya la conocéis os podréis imaginar que no se arrugó una miaja. Todo lo contrario. Le dejé los bolsos en casa y en mi siguiente visita encontré sobre mi cama una bolsa con un contenido que me ha traído de vueltas todos estos recuerdos de mi infancia: los manteles y puntillas de ganchillo de mi abuela.

¡Ni se me pasó por la cabeza pensar que quería usarlos! Pero aun mi propia madre me guarda sorpresas… Le dije «mamá, ¿no te da pena?» y ella me contestó: «¿Pena? Ninguna. Me gustaría que lo que hizo tu abuela viese mundo. Me hace mucha ilusión»

Es curioso cómo los años nos acercan a nuestras madres y se van diluyendo por el camino todas las diferencias que veíamos insalvables en la adolescencia, se nos hacen más livianos esos refunfuños que antes nos parecían cansinos y encontramos incluso admiración en cualquiera de sus logros cotidianos.

Yo en la mía encuentro ahora una profundísima admiración por ese corazón tan noble, porque halla felicidad en la felicidad del otro y porque es una persona hecha para dar de forma totalmente desinteresada.

Mi abuela está viviendo sus últimos días en la cama de la habitación más fresquita de su casa, que era donde dormía la siesta y donde hacíamos fiestas de pijama, ella y yo como únicas invitadas. Y mi madre la está cuidando con tal entrega y amor que vivo esas escenas absolutamente maravillada por la belleza que existe pese al sufrimiento.

Entonces entiendo, en su afán de dar, que esto que os presento a continuación ella lo ha interpretado como una forma preciosa de unirnos a las tres y de hacer historia con unos hilos y unas horas de sus vidas que ya no estarán en ese baúl.

Puedo decir, como portavoz de las tres,  que deseamos que los aprecies como las joyas que son y que los lleves contigo a muchísimas nuevas aventuras:

cesto cesta canasto grande ganchillocesto cesta canasto grande ganchillo autenticocesto cesta canasto grande ganchillo autentico artesanía pipolart pipol artcanasto cesta capazo cesto palma tamaño grande asa larga pipolart pipol art

Al desempolvar el trabajo de mi abuela, mi madre escogió esta cenefa de ganchillo que tiene más de 20 años y la hizo mi abuela a mano antes de que le fallase la vista. Recuerdo el movimiento mecánico de sus agujas de metal y cómo me quedaba embobada pensando que esos palitos eran poco menos que un par de varitas mágicas. Ahora este bolso se llama Catalina, como ella, y aunque es nuevo ya tiene años de historia.

La camisa blanca está a la venta aquí.

camisa oversize unisex hecha cosida a manocamisa oversize unisex hecha cosida a mano estampado lunarescesto cesta canasto capazo palma tamaño pequeño asa larga pipolart artesania flores de ganchillocesto cesta canasto capazo palma tamaño pequeño asa larga pipolart artesania flores de ganchillo pipolart

Estas flores de ganchillo formaban juntas un pequeño paño sobre el que mi abuela ponía una jarra preciosa de cristal llena de agua. Es otra imagen de los veranos de mi niñez.

El bolso se llama Catalina y las flores.

Y si quieres el conjunto, la camisa de lunares es una novedad de la shop. Aquí.

Además mi madre ha aportado su toque especial, que ya sabéis que es el bordado. Esa labor que tantas cosas bellas consigue. Y aunque era un reto meter la aguja en estos capazos de palma natural, que son artesanía pura española, el resultado no puede ser más espectacular:

cesto canasta cesta de palma paja artesaniacesto canasta cesta de palma paja artesania eh lady bordado a manocesto canasta cesta de palma paja artesania eh lady bordado a mano pipolartbolso cesto cesta capazo canasto palma tamaño pequeño asas largasbolso cesto cesta capazo canasto palma tamaño pequeño asas largas bordado a manobolso cesto cesta capazo canasto

Y ya llegó un momento que se vino tan arriba que fue a una pequeña mercería del pueblete que tiene los mejores materiales para labores, cuidadosamente seleccionados por Isabel, la dueña, y hechos en España por las fábricas con más experiencia y tradición. Allí escogió puntillas de algodón y cenefas de borlones y se fue a casa a coserlas a mano:

canasto cesta cesto capazo artesania española hecho a mano cosido a manocanasto cesta cesto capazo artesania española hecho a mano cosido a mano adornos cenefa borlones colorescanasto cesta cesto capazo artesania española hecho a mano cosido a mano adornos cenefa borlones colores borlascapazo canastos cesto cesta tamaño pequeño asa larga puntilla bolilloscapazo canastos cesto cesta de palma tamaño pequeño asa larga puntilla bolillos pipolart cosido a mano artesaniacapazo canastos cesto cesta de palma tamaño pequeño asa larga puntilla bolillos pipolart cosido a mano artesania española

Los capazos son pura artesanía española: tradición, trabajo y materiales naturales. Cuidados con mimo por una familia de artesanos de Andalucía con más de setenta años de experiencia en la cestería.

Son los auténticos bolsos de palma que te acompañarán cada verano hasta que pierdas el recuerdo de cuándo fue el primero. Llévalos con vestidos frescos y vaporosos, con encajes, con sombreros… Mánchalos de arena y llénalos de ramas secas.

Estoy entregá con el trabajo de mis mujeres. Una locura. ¡No veía el momento de estrenarlos! Pero las fotos me han emocionado muchísimo, creo que transmiten tanto como todas las palabras que he usado en este post para haceros llegar lo especiales que son estos bolsos, su autenticidad, su cantidad de amor, la calidez de tener cosas con alma… Y es que para cualquier foto que tenga que ver con el mundo femenino, desde desnudos hasta bolsos, no conozco mejor ojo que el del darling, Emilio Jiménez.

Gracias por leer, esta vez de forma especial, por acompañarme en un post tan íntimo.

Isabella.

 

 

 

GuardarGuardar

4 comentarios en “Os presento a mi abuela, Catalina.

  1. Me he emocionado y todo con este post, es una historia tuya pero la siento tan cercana como mía. Supongo que para muchas de nosotras, nuestras abuelas hacían arte puro y ahora siguen siendo el alma y espíritu de nuestros hogares y a las que cuidamos con tanto cariño como nos dieron ellas cuando éramos pequeñas. Enhorabuena por un proyecto tan personal y bonito. Sigue luchando por tus sueños. Un besazo

    Me gusta

    1. Corazón! Gracias por leer y aun más por escribirme. Es cierto, nuestra generación tiene abuelas artistas que no son consideradas como tal. Es ahora que algunos miramos al pasado y ponemos valor en esas manos, en esas horas entregadas a las labores, cuando se llevan más halagos. Además somos muchos los que nos estamos enfrentando a la despedida. Dudaba publicar el post pero me alegro muchísimo porque para mí ha sido terapéutico y veo que para vosotros ha sido, al menos, unos minutos dedicados a recuerdos tiernos. Gracias por el apoyo, bonita. Toda la suerte del mundo con tu apuesta personal, que no hay duda que es tu zona de maestría!

      Me gusta

  2. Muy bonito Isabella, plasma historias cercanas como la de mi madre, abuela y tía ,mi madre esta con sus labores todos los días maravillas que te encantaría verlas…super emotivo tu escrito y no se queda en simple material tienen tanto mimo e historia que los hace muy especial. Enhorabuena por tu trabajo, por tus historias y como las cuentas ( plantéate escribir profesionalmente acertaras de lleno ). A ver si te veo por el pueblo y me presento. Mis mejores deseos para ti. Besos.

    Me gusta

    1. Joaquín, muchísimas gracias! Qué ilusión que me sigas, siendo del pueblete. Muchísimas gracias por venir a escribirme! Es un regalo! Viendo tu foto, creo que te tengo fichado 🙂 y no tardaremos mucho en vernos por el pueblo. No me he planteado escribir de forma profesional pero siempre he disfrutado haciéndolo, gracias por los ánimos. Lo mismo un día me lanzo! Te mando un buen abrazo. Me hace feliz saber que has pasado un rato en bonitos recuerdos 🙂

      Me gusta

Deja un comentario